En El Seminario, una calle discreta nos lleva a una casita en azul y blanco. Como la de Blancanieves. Nada indica que en su interior se curan enfermedades del cuerpo y del alma, pero allí se sintonizan las energías que son nuestro motor de arranque y se balancean si están mal alineadas. Los instrumentos de sanación son poliedros (que se usan desde la época de Platón), ozono, acupuntura, meditación, alimentación, Terapia neural.
Entramos. Varios pacientes esperan. Un jardín lleno de plantas nativas con propiedades curativas.
Todo limpio y alegre. Un joven con apariencia catatónica, simplemente está meditando. Un perro negro con cáncer también espera su sanación. Una señora recibe por vía intravenosa, suero lleno de vitaminas. Más adelante está el cuarto destinado a la colonterapia.
Allí se limpia el colon, al que hemos convertido en un pozo séptico.
Nos recibe Julio Calonje Daly, médico egresado de la Universidad del Valle, hoy convertido en el gran gurú de la medicina integral: biológica, bioenergética y homeopática.
Es hijo del irrepetible doctor Julio Calonje, profesor fundador de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, quien fue traumatólogo, sabio y casado con la chilena, Alicia Daly. Pero también es nieto de un cura catalán que llegó a América. Lo cuenta con orgullo.
Mientras habla, se nota su pasión por su profesión. Estudió medicina en la Universidad del Valle y trabajó durante diez años en Urgencias de Imbanaco.
Poco a poco se interesó en la medicina complementaria (que debería ser la principal) y conoció a Arturo O’byrne , quien fue su maestro y guía. Estuvieron juntos un tiempo, pero Julio decidió caminar solo. Al comienzo con temor. Uno de sus profesores, el doctor Alejandro
Gómez fue quien le dio el empujón definitivo. “Un día pensé: es mejor quemarse que oxidarse.”
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