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Obesidad y trastornos del sueño, ronquidos y apneas



La Obesidad y los ronquidos y apneas de sueño están vinculados: ambos problemas tienen una relación en común y, en muchos casos, no son tomados en serio, lo cual puede terminar causando daños a la salud y disminuyendo la calidad de vida, según advirtió el especialista mejicano Reyes Haro Valencia, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional de México.

Cerca de un 10 por ciento de la población mundial sufre de ronquidos y de apneas (pausas en la respiración durante el sueño), y en países en donde hay altos índice de personas con sobrepeso u obesidad, el porcentaje también suele ser mayor, y ronda el 15 por ciento (como en el caso puntual de México).

En principio, el experto recordó que estos trastornos del sueño menoscaban el descanso y el estado al día siguiente: al no cumplirse las funciones fisiológicas que se deben cumplir mientras se duerme, al día posterior hay fatiga, irritabilidad, problemas de atención y de memoria, e incluso puede propiciar la aparición de cuadros de depresión.

Además, este estado de somnolencia también repercute en la mayor proporción de accidentes de tránsito y laborales, destacó Haro Valencia.

En el caso de los menores de edad, no sólo puede influir negativamente en el aprendizaje y en la escuela, sino que también puede afectar el crecimiento.

En cuanto a la relación ‘ obesidad – ronquidos y apneas‘ , el especialista explicó que los mecanismos neurofisiológicos que regulan el ciclo sueño-vigilia también participan en la regulación de la conducta alimenticia, por lo que cuando existe algún trastorno en el dormir, se presentan alteraciones en aquélla, y a la inversa.

Según explicó, de las cuatro etapas del sueño, en la tercera es donde se producen las hormonas del crecimiento y de la saciedad, y en el individuo obeso dura menos que lo normal. En consecuencia, se afecta el desarrollo físico y, en lo relativo a la alimentación, no sienten cuando están satisfechos lo que los lleva a seguir comiendo y, por ende, a seguir ganando peso con el tiempo.

Pero aún más, en el caso de los niños, en esta cuarta etapa del sueño es en la cual también se consolida el aprendizaje, de aquí que estos menores suelen tener también más dificultades cognitivas.

Otro punto importante mencionado por Haro Valencia: la respuesta al estrés también se ve afectada en los individuos con sobrepeso, porque en la última etapa del sueño, se disminuye la secreción de la hormona cortisol, situación que los hace más vulnerables a las tensiones y al estrés.

Vía Yahoo