El colon irritable es una enfermedad que la sufre una buena parte de la población mundial. También conocido como neurosis intestinal, es una afección crónica del colon sin que esto produzca algún daño físico en este. Su origen es desconocido hasta el día de hoy.
Los síntomas del colon irritable son variados y dispersos. Sin embargo, los más comunes son diarreas, estreñimientos, los cuales pueden aparecer alternadamente; también sensación de plenitud o de estar lleno. Otro síntoma es la hipersensibilidad a alimentos irritantes o pesados, los cuales producen gases y constreñimientos.
Esta enfermedad suele ser crónica, por ello, luego de que el médico ha descartado cualquier otra enfermedad, hay que elaborar un plan nutricional y dieta que haga más sencilla la digestión.
Hay que ingerir alimentos ricos en fibras. Las fibras ayudan a una buena digestión y no irritan el tracto digestivo. El pan integral, el salvado de avena son ricos en fibra soluble; también las espinacas. Sin embargo, si se sufre de diarreas severas, hay que evitar consumirlas. Las manzanas y zanahorias son buenas para cuando se sufre de estreñimientos por su contenido en pectinas.
En algunos otros casos de colon irritable, las diarreas son severas. Hay que evitar entonces los productos lácteos y cambiarlos por leche de soya o yogur probiótico desnatado. Hay que consumir pan blanco, el cual ayuda a detener la diarrea, arroz hervido con unas gotas de aceite de oliva es ideal también para detener diarreas severas.
En todos los casos, hay que evitar el alcohol, las comidas grasosas, como las frituras, la comida chatarra; también las bebidas carbonatadas o con gas. Se debe comer siempre a la misma hora.
Recuerda que los estados emocionales también influyen en la manifestación del colon irritable, relajarse, evitar situaciones de estrés, hacer deporte y una actitud más positiva ante la vida ayudarán a sentirse más sanos.