Una taza diaria de té blanco puede ayudar a combatir la epidemia de obesidad, afirman científicos al evaluar las sustancias contenidas en esta variedad de té que impide la formación de tejido adiposo, ayudando a quemar las grasas fijas, según un nuevo estudio.
En la actualidad los países industrializados sufren un creciente incidencia de trastornos asociados con la obesidad, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes que constituyen un verdadero flagelo social.
Se ha demostrado que el té blanco puede ser una fuente natural ideal para luchar contra éste flagelo, ya que lo compuestos químicos contenidos en esta variedad del arbusto Camelia Sinensis o árbol del te, representan la versión menos procesada de la planta.
El estudio evaluó el crecimiento de las células de grasa en el laboratorio, descubriendo que después de tratarlas con el té blanco, la cantidad de grasa contenida en ellas se redujo notablemente.
El té blanco se elabora a partir de los brotes tiernos y las primeras hojas de la planta, que también es utilizada para elaborar el té verde y el té negro, siendo éste último el más fermentado de los tres y el más consumido a nivel mundial como tradicional, con el mas alto nivel de cafeína.