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Cómo reducir la sal de la dieta



Reducir la sal en la dieta es recomendable en muchos casos de hipertensión. Es una medida aparentemente fácil, sin embargo debemos luchar contra dos enemigos: la sal oculta en los alimentos y la costumbre por el gusto salado. Aprender a reconocer y evitar los alimentos menos convenientes y conocer los sustitutos de la sal son nuestros objetivos.


   1. Cocinar con poca o ninguna sal
 Añada poca sal a los alimentos durante el cocinado de los mismos. Esta medida evita el consumo de un gran porcentaje de la sal que tomamos habitualmente en nuestra dieta.

  2. No llevar nunca el salero a la mesa

No añadir tampoco sal a los alimentos ya cocinados.
Para esto lo mejor es que no lleve nunca el salero a la mesa, así evitará la tentación de añadir sal extra a sus platos.
Cuando se añade sal a los alimentos ya cocinados normalmente se necesita más cantidad de sal ya que los alimentos la "toman" peor.

  3. Evitar la sal oculta en los alimentos
 La sal que añadimos a los alimentos durante su preparación o en el plato puede ser fácil de controlar.

Sin embargo consumimos gran cantidad de sal oculta en los alimentos, en los casos de alimentos salados es más evidente pero hay alimentos en los que la presencia de sal es más dificil de detectar.

Descubrir cuáles son estos alimentos nos ayuda a evitar una ingesta de sal de la que no siempre somos conscientes. Es aconsejable por ello que evite consumir:

Alimentos con sal "oculta"
- Embutidos (salchichón, chorizo, salami, choped, queso de cerdo, salchichas, etc.)
- Carnes ahumadas, jamón york, jamón serrano, lomo enbuchado.
- Patés, Foie grass.
- Salazones ( bacalao salado, mojama, etc.)
- Pescados salados en conserva, ahumados, mariscos, etc.
- Encurtidos (pepinillos en vinagre, aceitunas, cebollitas, alcaparras, banderillas, etc.)
- Quesos curados y semicurados.
- Platos preparados (lasañas, canelones, empanadas, sopas, guisos, etc.).
- Precocinados (empanadillas, croquetas, carnes y pescados empanados, etc.).
- Concentrados de caldo, cubitos de caldo, sopas de sobre.
- Salsas comerciales (mayonesas, salsas rosas, mostaza, ketchup, etc.).
- Snacks (patatas fritas, ganchitos, gusanitos, etc.).
- Frutos secos salados.
- Panes, colines o roaquillas salados.
- Aguas gasificadas
- Refrescos carbónatados.

  4. Alternativas para hacer sus platos más sabrosos

El sentido del gusto con el tiempo se va adaptando a las comidas sin sal. Al pricipio puede resultar difícil acostumbrarse y algunas personas se resisten a dejar de añadir sal a sus comidas porque las encuentran insípidas.

Si este es su caso, puede condimentar sus platos de forma sencilla, sana y sabrosa usando otros muchos ingredientes que no son la sal.

Alternativas a la sal

- Especias: pimienta, pimentón, curry, clavo, canela, vainilla, azafrán, nuez moscada, comino, guindilla.
- Hierbas aromáticas: romero, tomillo, estragón, perejil, laurel, albahaca, hinojo, salvia, menta , cilantro, orégano, hierba buena.
- Ajo, cebolla, ajetes, cebolleta, puerro.
- Limón y naranja.
- Aceite de oliva, natural o aromatizado con ajo, romero, tomillo, pimienta.
- Vinos y licores en pequeña cantidad.
- Yogurt.
fuente pulevasalud.com