La natación es considerada uno de los deportes más completos para todas las edades, incluidos los bebés, que además de fortalecerse físicamente, estrechan lazos emocionales mucho más fuertes con sus progenitores, adquiriendo una mayor autoconfianza y suficiencia, para mas adelante en la vida.
Nadar junto a su bebé construye un vínculo más fuerte, debido a un sentimiento de ansiedad relacionado con la seguridad de su hijo, y le brinda un tiempo muy especial que capitalizaran ambos, sin embargo estadísticamente el 40 por ciento de los padres admiten que ésto es algo que nunca había considerado antes.
Además de estimular un buen desarrollo físico, sus movimientos mejoran el apetito e inducen un mejor descanso, así como también induce el desarrollo a nivel neurológico, que implicará mayores habilidades para la vida.
La mayoría de los padres creen que un niño debe aprender a nadar a la edad de tres años, sin embargo lo pueden hacer mucho más temprano, durante el primer año de vida, ya que es un momento en que el cerebro crece rápidamente y se estimula el desarrollo físico, reforzando elsistema nervioso y haciéndolo más eficiente.
El aprendizaje de la natación a muy temprana edad, juega un papel muy importante en cuanto a la seguridad del niño, ya que la tasa de accidentes por ahogo es elevadísima en edades tempranas, algo que puede evitarse a través de la iniciativa de los padres en cuanto al aprendizaje precoz de la actividad física en el agua.
fuente nutridieta
Imagen: MF
